"Ella era una de las surfistas de Pichilemu, una de nosotros". Así describe Ramón Navarro, uno de los más reconocidos surfistas de Chile a la joven Paulina Tapia Figueroa (25), joven aficionada a este deporte, quien murió la mañana del lunes mientras practicaba surf.
El cuerpo de la joven fue encontrado por unos pescadores en la playa Punta de Lobos, ubicada a unos siete kilómetros al sur de Pichilemu. "Cuando yo bajaba a la playa en las mañanas, ella siempre estaba mirando las olas o ya lista para surfear. Ayer (el lunes) bajé un poco más tarde y cuando llegué la estaban sacando y quedé en shock", cuenta Navarro.
Esa mañana, la "Pauli", como la llamaban, llegó a la playa poco antes de las 9 de la mañana. Según la Capitanía de Puerto de Pichilemu, las condiciones del mar eran favorables con olas que no sobrepasaban los 1,5 metros.
La joven ingresó al mar y un par de horas después fueron unos pescadores del sector quienes divisaron una tabla que flotaba. Las primeras pericias de la Brigada de Homicidios descartó la intervención de terceros en la muerte de la joven y atribuyó la causa de muerte a asfixia por inmersión. Esto fue confirmado ayer por el Servicio Médico Legal de Rancagua que ayer entregó el cuerpo a sus familiares.
Según las estadísticas de la autoridad marítima, este es el primer accidente de un surfista de esta naturaleza que ocurre en Pichilemu.
"Creo que se sobreexigió"
Su padre Filipo Tapia fue su mentor en la afición por el surf. "Desde que a los 15 años se metió conmigo al agua, no lo dejó mas", dijo Tapia, aún consternado por la muerte de su hija. Todos los días dedicaba un par de horas en la mañana a este deporte "pero, esta vez, el mar dijo otra cosa", señaló. Sobre las causas de la muerte, Filipo Tapia dice que su hija pudo sufrir un agotamiento extremo. "Creo que se sobreexigió, tuvo un desvanecimiento y no pudo luchar contra el mar", explicó.
Paulina era estudiante de quinto año de Arquitectura y congeló su carrera para vivir en Pichilemu. De hecho vívía en el mismo lugar donde falleció. Tenía una tabla y un traje nuevo, según cuentan sus amigos. Estaba postulando a una empresa de cruceros para trabajar y viajar por unos meses. "Era amiga de todos, siempre súper buena onda y con buenas vibras. Estaba surfeando mejor y súper motivada", dice la surfista Trinidad Segura, una de sus amigas.
Sus funerales se realizarán hoy en la Parroquia Rancagua Sur y sus restos serán trasladados al Parque Jardín Las Flores de Machalí.
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